Definición:
Es una precipitación en forma de lluvia, nieve y niebla que
contiene elevadas concentraciones de
ácido sulfúrico y nítrico.
Se trata de un tipo de contaminación atmosférica, que afecta a la fase aérea
del ciclo del agua ya que hace disminuir su pH.
Causas:
Es un cambio de origen
antropogénico principalmente, que fue estudiado por primera vez por Robert August
Smith en 1872, al estudiar la relación del aumento de la acidez en las lluvias
de la región de Manchester y la contaminación industrial que la ciudad sufría.
Nuestro modo de vida ha aumentado la emisión a la atmósfera
de determinados gases capaces de experimentar reacciones químicas que los
convierten en ácidos al disolverse en el agua de lluvia. Estos gases son dos
principalmente:
- los óxidos de azufre (di- y trióxido), se estima que contribuyen en un 60
- 70%
- y los óxidos de nitrógeno (NOx), contribuyen en torno al 30
La lluvia ácida
se forma cuando la humedad en el aire se combina con
los óxidos de nitrógeno y de azufre emitidos por fábricas, centrales
eléctricas, calderas de calefacción y vehículos que
queman carbón o productos derivados del petróleo que
contengan azufre. En interacción con el agua de la lluvia, estos gases
forman ácidos nítricos, ácido sulfuroso y ácido sulfúrico.
Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a
las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.
Efectos:
- Efectos sobre la salud
de las personas: puede causar enfermedades respiratorias, como
el asma o la bronquitis crónica.
- Efectos sobre
edificaciones y objetos: los compuestos químicos que contiene la lluvia ácida son
corrosivos y pueden hacer que la pintura se desprenda de los automóviles y
edificios. Además, puede llegar a disolver el carbonato de calcio,
estropeando monumentos y edificaciones construidas
con mármol o caliza.
- Efectos sobre la
vegetación: produce daños importantes en la vegetación,
y acaba con los microorganismos fijadores de nitrógeno. Un efecto
indirecto muy importante es el empobrecimiento de ciertos nutrientes esenciales
por lo que las plantas y árboles no disponen de estos y se hacen más
vulnerables a las plagas.
- Efectos en lagos, ríos
y mares: el pH de los lagos y ríos llega a un nivel de pH inferior a 6, lo que se conoce como acidificación. Esto
dificulta el desarrollo de la vida acuática aumentando el número de peces
muertos y afectando a la cadena alimentaria.
Prevención:
- Mejorar las tecnologías, para
así poder reducir el nivel máximo de azufre en diferentes combustibles y en las
emisiones de las industrias.
- Reducción del uso de
combustibles fósiles.
- Control de las condiciones de combustión
(temperatura, oxígeno, etc.).
- Restringir el uso de los
vehículos por motor y reducir los gastos de energía.
- Impulsar el uso de gas
natural en industrias y empresas.
- Ampliación del sistema de transporte eléctrico.
Tratamiento:
Utilización de técnicas de neutralización de la acidez de
las aguas, mediante la adición de compuestos alcalinos en
lagos y ríos.
Bibliografía y webgrafía
usadas:
Información recopilada
por:
Agustín
Ionadi (Curso 2015/16) y María Martínez Guillén (Curso 2014/15)
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Nota:
Esta entrada pertenece a la serie 9 y 1 problemas
ambientales. A través de esta serie pretendemos llegar a tener más claros los contenidos relacionados con este aspecto tan
importante de nuestras vidas y de las Ciencias Naturales.
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