Fuente: todoconta |
Hoy tenemos un cuento corto (pincha aquí si quieres una versión más larga) para leer y aprender de él:
Dos ratones cayeron en un cubo de leche que el granjero había dejado olvidado después de haber ordeñado sus vacas. Para salir de él empezaron a nadar y patalear con todas sus fuerzas. Su esfuerzo no daba resultado, por lo que al poco tiempo uno de los ratones dejó de mover sus patas y se ahogó.
El otro ratón siguió y siguió pataleando, no abandonando. Al cabo de un largo rato, su esfuerzo mereció la pena: la leche se había transformado en mantequilla, por lo que tenía un sitio seguro desde el que moverse y poder salir del cubo.
A pesar de las adversidades y las complicaciones que se nos presentan en la vida, hay una luz al final del camino para quien persevera en su propósito de vida.
¿Con qué ratón te identificas actualmente?
¿Con cuál te gustaría identificarte?
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